Carta abierta a los taurinos y a la opinión pública: Nicolás Nossa
Los principios no están en venta y las treinta monedas de plata
A partir de las inquietudes generadas por la reunión realizada el día 19 de octubre de 2024 en la ciudad de Bogotá, oficinas de la Unión de Subalternos, convocada por el novillero Nicolás de San Juan e informada por el medio taurino Tendido7 y con el fin de hacer claridad al respecto, referenciamos la carta abierta dirigida al Congreso de la República, en el mes de marzo del año 2024, motivada a partir del proyecto de ley de la Senadora Esmeralda Hernández:
“El 7 de marzo de 2024, fue aprobado en Tercer debate de Cámara de Representantes de Colombia, el proyecto que prohíbe las corridas de Toros, presentado por la Senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico.
Este no es un debate nuevo, pues retoma el proyecto de sus antecesores como la Senadora Andrea Padilla del Partido Alianza Verde y del Representante a la Cámara por el Partido Liberal Juan Carlos Losada. Lo diferente en este proyecto es que promueve leyes en contra de los Derechos Humanos y de la Constitución Colombiana. Las declaraciones dadas por la Senadora Esmeralda Hernández ante los medios de comunicación evidencian en primer lugar su desconocimiento del sector taurino, des – conocimiento en el sentido de no querer conocer, de no querer ver. De este modo menosprecia de manera olímpica el significado de una expresión artística que forma parte del patrimonio cultural del país”
“En sus afirmaciones la senadora refiere que los toreros “algunos están en la cárcel, otros ya murieron, eso está muy depurado”. En los juicios de “depuración” de la senadora se fundamenta la eliminación de esta expresión artística, llevando un arte y al toro de lidia a la arena del mercantilismo y reduciendo una profesión únicamente al plano económico”.
Hacemos este recordatorio, porque el contexto no ha cambiado en este transcurrir, por el contrario, los siguientes episodios conocidos por todos han sido aún más denigrantes de nuestro arte taurino.
L a celebración del atropello vandálico, del mes de junio del año 2024 en presencia de la Senadora Esmeralda Hernández, el Director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar y el Alcalde de Duitama, no fue sólo promulgar una ley, sino acompañar sus actos, con animadversión, odio y despropósito; como el derrumbar la estatua del Maestro César Rincón, ni siquiera la ley contra los feminicidios, se ha alabado con tal derroche de publicidad y simbolismos.
La celebración del gobierno en la plaza de toros La Santamaría de Bogotá, que ha sido testigo muda de las ignominias cometidas contra los taurinos, se ha convertido en un baluarte para los antitaurinos, ¿hasta dónde se puede llegar con leyes injustas, dilaciones y politiquería?, y en nombre de la ley acabar los derechos y supervivencia de quienes somos parte de la tauromaquia, celebrando el “prohibicionismo” con bombos y platillos, de la manera más irrespetuosa, incluso en el mismo Congreso de la República.
Aceptar que nuestros argumentos en defensa de la fiesta brava, fueron débiles y negar nuestra participación en las audiencias, en las sesiones informales, y según la Senadora Hernández, nunca la contactamos para ser escuchados, no solo es faltar a la verdad, sino además, irrespetuoso con ganaderos, empresarios, aficionados matadores de toros, novilleros y banderilleros, quienes, vestidos de luces, airaron sus reclamos en el recinto del Congreso de la República, como colombianos ante un Estado Social de Derecho.
De igual forma ignorar la huelga pacífica de los toreros, quienes expusieron su vida en la plaza de toros La Santamaría, sin haber recibido respuesta alguna.
Por eso nos toma por sorpresa que hoy, como si no hubiesen existido tales hechos, se pretenda aplicar “bótox” y la tan de moda frase de lo “tan políticamente correcto”, para ocultar todo lo sucedido y las arbitrariedades que siguen acaeciendo en contra de la tauromaquia en nuestro país.
Hay valores que hemos aprendido como toreros y son innegociables, máxime cuando agotamos todas las instancias, no sólo jurídicas, sino también, en ciencia, en cultura e identidad por nuestro derecho a existir y ser parte del patrimonio de un pueblo.
Hoy ratificamos, nuestra dignidad no tiene precio, es tema de honor como profesionales del toreo.
No evitamos los debates y diversidad de opiniones en la forma de ver la fiesta brava, por el contrario participamos con argumentos en todos los foros a los cuales hemos sido convocados, siempre hemos respetado, a pesar de la denigración.
La lealtad con nuestro sector, con quienes están y con quienes ya no están, será siempre permanente. No pasaremos a la historia como los mercaderes de la fiesta brava. Mantendremos nuestra posición, no radical, como erróneamente se ha querido mostrar, sino como artistas, para quienes permutar nuestra identidad como toreros no es una opción.
No somos simples espectadores de nuestra condición, hemos sido propositivos, abriendo espacios de participación, acudiendo a lo que por derecho consagra nuestra Constitución, no desde ahora, sino desde hace más de 60 años, cuando fuimos reconocidos como trabajadores por el Ministerio del Trabajo.
Creamos un estamento para defensa y protección, del sector taurino, avanzamos en la equidad por nuestros derechos y cubrimos de igual forma los riesgos de la profesión, mejorando las condiciones de trabajo, estableciendo vínculos de unidad y solidaridad, con pilares de honestidad, transparencia y lealtad con todos los que directa o indirectamente forman parte de esta historia.
A los taurinos y a la opinión pública, les expresamos hoy, ¡seguiremos adelante!, con todas y cada una de las acciones jurídicas, continuaremos evidenciando, denunciando las actuaciones en pro de dividirnos, de confundirnos, con oportunismos políticos, de quienes de manera abusiva pretendan beneficiarse, por medio de leyes injustas, prohibicionista, anticonstitucionales.
No vamos a legitimar, ni a permitir que nuestras voces de lucha sean acalladas por un puñado de comodines, sin ninguna autoridad moral, ni legal, pretendiendo llevar al traste nuestra unidad, con quienes nos han depositado su confianza.
No les traicionaremos y estamos prestos para sin mordaza alguna, expresar la realidad de la situación, tanto en causas como en consecuencias, cuenten con nuestra transparencia como Fundación Sol y Sombra y Escuela de Formación Taurina, nuestra profesión y principios no están en venta.
No seremos condescendientes con intereses particulares y estrategias politiqueras, cuyo propósito es desviarnos de nuestras justas reclamaciones ante la Corte Constitucional, y, por el contrario, acompañémonos unidos en las acciones legales adelantadas.
“A Nelson Mandela le ofrecieron mucho dinero para que renunciara a su liderazgo en contra del apartheid y él dijo una frase que debería grabarse en todas las mentes: 'Los principios y los valores nunca se negocian'. La falla es que la conciencia de alguien sin bases firmes si tiene precio, cree que sus actos quedarán impunes y olvida que, a la larga siempre se recoge lo que se siembra” (El Tiempo).
*Original firmado por el matador de toros Nicolás Nossa y el Comité Ejecutivo de la Fundación Sol y Sombra
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