Feria de Cali y Manizales 2025: Con la esperanza y la fe intactas
Durante el fin de semana de puente de la Hispanidad, se llevó a cabo en Manizales el circuito taurino TOROS y CIUDAD, con mucho éxito y un entusiasmo expreso por parte de los aficionados de la región. Se realizaron dos novilladas sin picadores y una corrida de toros. Mucho para destacar: los novillos de la ganadería de ALTAGRACIA, con indulto a bordo; y SALENTO, de muy buen juego y presentación. Corrida de ERNESTO GUTIERREZ, de muy buena presentación, por igual.
Destacar la cosecha de novilleros que se abre paso con futuro, ilusión, buenas maneras y mucha afición; lo que vendrá a renovar la sangre y posicionar, nuevamente, a nuestro país con matadores de primera y segunda fila, tan necesarios en los carteles europeos y tan demandados, así como urgidos, de su visibilidad en los actuales momentos de la tauromaquia latinoamericana.
¡Enhorabuena por la extraordinaria labor de las Escuelas Taurinas de Manizales y Choachí!
Nos espera la feria de Cali a fines de diciembre, con renovada gerencia y unos carteles bien rematados, a pesar de la notoria ausencia de matadores de la tierra que ha suscitado una que otra crítica entendible, pero que, pese a ello, no le resta categoría de plaza importante. Las ganaderías anunciadas, en principio, son las que deben estar y esperamos todos que el material bovino sea bravo, encastado y embista con calidad, para redondear un exitoso, aunque durísimo, cierre de año taurino.
La afición debe volver copiosamente a Cañaveralejo. La precariedad de público en los tendidos en años pasados, es una tendencia a romper.
Luego, saludaremos 2025 con la Feria de Manizales; sin duda, la referencia taurina colombiana por estas calendas. Sin conocer aún los carteles y las ganaderías, estoy seguro que Manizales marcará un hito importante en el apoyo y vigencia de la actividad taurina en Colombia; la afición nacional e internacional que atrae año tras año esta convocatoria, desbordará cualquier pronóstico especulativamente optimista, para confirmar y refrendar, una vez más, que nuestro país es silenciosamente taurino, con un indeleble arraigo cultural centenario, por un arte que forma parte del ADN milagroso y único, del mestizaje ibérico.
Que nadie dude de ello y pretenda reescribir la historia.
Por supuesto, en esta cita esperamos ver a Juan de Castilla, y fantaseamos con la despedida del maestro Enrique Ponce en América.
La afición taurina colombiana tiene ganas de toros; ha despertado un sentimiento de esperanza y de nostalgia, cuando desde un sector del Congreso de la República, muy cuestionado por argumentos vacíos, pueriles; con jugarretas corruptas y falta de transparencia, se abroga la facultad de coartar las libertades y el disfrute de la cultura, las costumbres, y las tradiciones centenarias de un pueblo.
En Manizales vimos una fe intacta en nuestras instituciones, y una esperanza en recobrar las libertades pisoteadas, reafirmando nuestra identidad.
Es el preámbulo de un nuevo comienzo; no lo olvidemos.
*Economista y Abogado.
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